miércoles, 7 de marzo de 2018

Poder y Gloria de Jehová (Salmos 29) / Edificación de la vida cristiana (Romanos 14: 10-23)



Salmos 29
Poder y gloria de Jehová

1 Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos,
Dad a Jehová la gloria y el poder.
2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre;
Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
3 Voz de Jehová sobre las aguas;
Truena el Dios de gloria,
Jehová sobre las muchas aguas.
4 Voz de Jehová con potencia;
Voz de Jehová con gloria.
5 Voz de Jehová que quebranta los cedros;
Quebrantó Jehová los cedros del Líbano.
6 Los hizo saltar como becerros;
Al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.
7 Voz de Jehová que derrama llamas de fuego;
8 Voz de Jehová que hace temblar el desierto;
Hace temblar Jehová el desierto de Cades.
9 Voz de Jehová que desgaja las encinas,
Y desnuda los bosques;
En su templo todo proclama su gloria.
10 Jehová preside en el diluvio,
Y se sienta Jehová como rey para siempre.
11 Jehová dará poder a su pueblo;
Jehová bendecirá a su pueblo con paz.

Romanos 14: 10-23
Los débiles en la fe

10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué
menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos
ante el tribunal de Cristo.
11 Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
Y toda lengua confesará a Dios. m
12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino
más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al
hermano.
14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí
mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo
es.
15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no
andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se
pierda aquel por quien Cristo murió.
16 No sea, pues, vituperado vuestro bien;
17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz
y gozo en el Espíritu Santo.
18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es
aprobado por los hombres.
19 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua
edificación.
20 No destruyas la obra de Dios por causa de la comida. Todas las
cosas a la verdad son limpias; pero es malo que el hombre haga
tropezar a otros con lo que come.
21 Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu
hermano tropiece, o se ofenda, o se debilite.
22 ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios.
Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que
aprueba.
23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no
lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.

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